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No recuero exactamente a qué lugar me propusieron ir, pero sé que conteste algo así como: “Iré encantado cuando salga una nueva película de Chaplin”. Sin embargo no recuerdo donde era ni a quien se lo dije pero sé que no me apetecía una mierda ir a ese lugar. Sin embargo me tendría que comer mis palabras e ir porque en efecto el mejor cineasta de todos los tiempos Charles Chaplin tiene nueva película.
Esta rocambolesca historia comienza en Inglaterra, donde Morace Park, un internauta británico, estaba navegando tranquilamente desde la cómoda silla de su escritorio por la famosa web de subastas eBay en busca de rarezas y antigüedades cuando se topó con una vieja lata empleada para contener rollos de película. El precio era un chiste, apenas tres euros y medio, sobre todo si tenemos en cuenta el tesoro que albergaba en su interior…
Con la ayuda de su vecino John Dwyer , experto en cine (antiguo empleado del comité británico encargado de la clasificación de películas, British Board of Film Classification) el internauta descubrió en aquel rollo de nitrato inusualmente bien conservado el soporte del filme en 35 milímetros Charlie Chaplin in Zepped, seis minutos de secuencias de animación que se combinan con las características muecas del creador de Charlot. En la primera secuencia, el protagonista cruza el canal a través de las nubes para unirse a los británicos ante la agresión alemana. Le suceden imágenes de varios zepelines sobrevolando Inglaterra y de una salchicha que catapulta al mismísimo káiser Guillermo. El filme arranca con el logo de los estudios Keystone, los primeros en los que trabajó el artista, e incluye un certificado de los censores egipcios que data de diciembre de 1916.
De la existencia de la cinta no tenían constancia ni los mejores conocedores de su filmografía. Park y Dwyer la traspasaron a formato DVD para someterla a la opinión de los expertos. Algunos cuestionan que se trate de algo más que una compilación de secuencias no utilizadas de algunas de sus películas (Charlot vagabundo, Nueva colocación de Charlot, La fuga de Charlot), y especulan que pudiera ser obra de la productora Essanay, a la que el artista plantó en 1915, para rentabilizar el nombre de la entonces estrella emergente. Entre ellos, el historiador de cine Simon Louvish, quien declaraba al diario The Guardian: "El Chaplin de 1916 ya firmaba contratos millonarios y era muy consciente de sus derechos de copyright".
Ahora, casi un siglo después de la filmación original, Morace Park y John Dwyer han viajado a Estados Unidos para ayudar al cineasta Hammad Khan, quien prepara un documental en el que se narrará el curioso proceso que ha desembocado en tan extraordinario hallazgo.
Pero la cosa no acaba aquí. Los admiradores de Chaplin estamos de enhorabuena porque también se han descubierto unas viejas bobinas del rodaje de El gran dictador.
Han aparecido en una casa perteneciente a los descendientes del genial cineasta en la localidad suiza de Corsier-sur-Vevey (en el cantón de Vaud). Los Chaplin hicieron este descubrimiento, del que daba cuenta ayer el diario Le Matin, hace algún tiempo durante unos trabajos de restauración de la casa familiar, llamada Le Manoir de Ban, al abrir unas maletas de Sydney Chaplin, hermano de Charlot.
Las maletas guardaban un lote de bobinas de 16 milímetros que mostraban 25 minutos de imágenes inéditas del rodaje de El gran dictador, realizado por Chaplin en Hollywood en 1939.
Gracias a ese importante documento es posible descubrir hoy el ambiente del rodaje y la forma en que Charlot dirigía a sus actores al mismo tiempo que interpretaba los papeles protagonistas de la película. En esas imágenes, tomadas por Sydney Chaplin, se ve a Charlot ensayar repetidamente el saludo nazi mientras docenas de actores y comparsas esperan con paciencia a que acabe, o echarle la bronca a un asistente por no haber cumplido un plazo.
También se descubre una escena que fue eliminada del montaje final de la película: Chaplin quería terminar el filme mostrando a los soldados bailando entre ellos, pero, descontento al parecer del resultado, prefirió concluirla con el famoso discurso en el que hace un llamamiento a favor del pacifismo y la tolerancia. Sydney Chaplin pasó prácticamente toda su vida junto a su hermano, haciendo el papel sobre todo de asesor comercial.
Este excepcional documento de Sydney Chaplin, fallecido en Suiza en 1965, doce años antes que Charles Chaplin, va a ser distribuido próximamente. Eugene Chaplin, primero de los hijos que Oona y Charles Chaplin tuvieron en Suiza, acaba de terminar un documental sobre su famoso padre. “Tuve el privilegio de nacer (en 1953) y crecer en un momento en el que mi padre era perfectamente feliz. En mi documental, en el que colaboro con mi hija Kiera, que tiene hoy veinte años, he querido mostrarle tal y como era. Mucha gente piensa que era duro y severo, pero van a descubrir, por el contrario, a un hombre muy amable”, dice Eugene. Eugene Chaplin ha titulado “Mi homenaje” esa película de 58 minutos destinada a la televisión y realizada a partir de distintos archivos familiares.
Os dejo posiblemente la secuencia más famosa del film "El gran dictador". Una de las mejores de la historia del cine.
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